
El reto de la transformación digital en América Latina ya no está solo en la experiencia visual, sino en renovar la arquitectura transaccional con soluciones como Frame Banking.
La banca en América Latina ha modernizado su diseño digital y la experiencia del usuario. Sin embargo, persiste un rezago en sus infraestructuras transaccionales, muchas de las cuales siguen funcionando con sistemas heredados. Esto limita la agilidad y capacidad de adaptación frente a un entorno financiero cada vez más dinámico.
Pablo Pereyra Portugal, Chief Revenue Officer de 2innovate, lo resume así:
“Hoy el verdadero diferencial competitivo no está en la estética o en la velocidad de carga de una app, sino en la capacidad de mover dinero de forma fluida, interoperable y en tiempo real.”
Limitaciones en la infraestructura actual
Más del 60 % de las transacciones en la región aún dependen de sistemas centralizados, y el 59 % de las instituciones financieras opera con tecnología heredada. Esta situación dificulta su capacidad de integrar nuevos servicios, lanzar productos rápidamente o adaptarse a modelos de pago más modernos.
Mientras tanto, los usuarios financieros ya comparan su experiencia bancaria con plataformas como Ualá, Mercado Pago o WhatsApp, que ofrecen inmediatez, simplicidad y conectividad. Frente a esto, la banca tradicional requiere algo más que rediseñar interfaces: necesita una reconstrucción modular.
Frame Banking: agilidad y modularidad en acción
La solución llega a través de plataformas como Frame Banking™, desarrollada por 2innovate, que propone una arquitectura abierta y modular. Gracias a APIs flexibles y entornos escalables, permite:
- Integrar y desintegrar servicios fácilmente
- Lanzar productos en menor tiempo
- Adaptarse a diferentes rieles de pago
- Crear ecosistemas colaborativos
El caso de PIX en Brasil como ejemplo
Brasil demuestra el potencial de la infraestructura moderna con el éxito del sistema de pagos instantáneos PIX, que ya ha superado a las transferencias tradicionales. Su adopción masiva no solo mejoró la experiencia del usuario, sino que también optimizó costos y velocidad.
“Integrar múltiples rieles no solo amplía la cobertura del servicio”, explica Pereyra Portugal. “También reduce los costos por transacción, habilita nuevos ingresos y mejora la experiencia del cliente. Pero esto solo es posible con una arquitectura modular y abierta.”
Un salto digital obligatorio para la región
La transformación digital real no solo debe verse bien, debe funcionar bien. Rediseñar la arquitectura bancaria desde la lógica del dato —y no solo del canal— es ahora una necesidad crítica para que la banca latinoamericana permanezca competitiva.